19 de abril de 2011

ENVIDIA, ODIO Y VIOLENCIA

los sentimientos infames

y su cosecha


Hace unos días, y en otro medio, ponderaba la persistencia del odio como sentimiento, o pasión, más destacados entre los “compañeros y compañeras” españoles. Comentaba que la semilla había germinado en el campo de nuestra guerra civil, y seguía dando espléndidos frutos en las discusiones entre “ciudadanos y ciudadanas” de los últimos tiempos, comprendidas las previas a unas elecciones, y que han “mejorado” bastante desde hace unos tres años.
Alguien me dice que no, que la guerra civil está ya olvidada, que es una cosa de hace setenta años. No es así. Pero no usaré argumentos limitados a aquel hecho para rebatir el olvido siempre interesado de lo que sucedió una vez en este país.
El origen de los Estados Unidos de América tuvo lugar hace más de 70 años. Y allí siguen sin olvidarlo y con su sentimiento de unidad dentro de la diversidad. Francia dio un paso de gigante hace más de 70 años y la República sigue. Se va a cumplir 70 años desde que Alemania volvió a empezar. En esos grandes países han conseguido delimitar todo lo que es negociable, opinable o rechazable. Se reconocen los logros, nadie olvida su pasado, y tienen sus miras enfocadas hacia el futuro.
Pero el odio existe en España, dicen que hay que olvidar, pero pretenden saltos atrás en el tiempo, borrarse del mapa los unos y los otros, no hay futuro con una memoria razonable. Es necesario un proceso de análisis histórico, quizás también judicial, que ponga los hechos, y también los responsables en su sitio; y que pueda ser acatado y respetado por todos.
Para cerrar la idea, vamos al segundo sentimiento generador del odio, y socio de éste para llegar a la violencia: la envidia. Esa tristeza y pesar por el bien ajeno, también genera odio entre nosotros, a pesar de que, manejado positivamente, podría ser un acicate de progreso. Pocos piensan en que, llegando a igualar a un cabeza de serie, seguirán adelante juntos hacia el progreso común.
No. Parece más útil apropiarse de lo que el otro tiene. Hundir en la miseria al competidor, hacerle un “pobre” como yo, y pasar los dos al desfile de los miserables. ¿No sería mejor que el uno progresara hasta el mismo nivel que el otro y que, así, hubiera luego dos “ricos”?
No lo creen de esa manera. Prefieren favorecer la violencia, donde todos se encuentran a gusto, y se dan las mejores ocasiones para denigrar, arruinar, castigar  y matar al adversario.

LA NOTICIA
En 2010, se incendiaron en Cataluña 2.000 automóviles y 6.400 contenedores, según la Generalitat, por culpa de un vandalismo generalizado. 
 cochesquemados
¿No será por una envidia generalizada, más un odio generalizado, que hacen una violencia generalizada?

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