15M en Puerta del Sol,
con horarios,
con limitaciones,
o de ninguna manera
La Delegada del Gobierno en Madrid quiere impedir, a toda costa, que los indignados del 15M acampen y se manifiesten en la madrileña Puerta del Sol.
Sin embargo, favorece, impulsa, consiente, que las multitudes vociferantes del Atlético de Madrid, se reúnan en la Fuente de Neptuno, se manifiestan hasta la Puerta del Sol, y se vuelvan a juntar con sus vítores ante el edificio de la Comunidad, eso sí, con aclamaciones a la señora Aguirre que, incluso, se viste con una camiseta del equipo de fútbol en una de sus acostumbradas payasadas de disfraz para las cámaras.
El agravio comparativo es muy grande. Es claro que no interesan las críticas, los intentos de participación de los ciudadanos, en la política del gobierno “democrático” que, por contra, si les interesan a la gente de la calle, es decir, a todos. El fútbol, sólidamente situado como “opio del pueblo”, si tiene todo el derecho a manifestarse en plan multitudinario: hay que darle gusto a los aficionados ya que, mientras tanto, no se pararán a pensar en “otra cosa”.
La Delegada, el ministro del ramo, la presidenta de la comunidad, temen que los “perroflautas” del 15M armen escándalo, que se perjudique el mobiliario urbano, que se ensucien las calles y, en definitiva, que pongan en evidencia a estas benditas autoridades por sus desviaciones de las promesas, y por su mala pata en tratar con el pueblo.
Lo que no han publicado claramente es que la manifestación del fútbol fue ocasión para quemar contenedores de basura, romper papeleras, reventar lunas de escaparates, ensuciar las calles, y otras variadas lindezas, como agredir a los policías que vigilaban a los revoltosos del evento. ¿A santo de qué tienen que encaramarse en los monumentos y poner bufandas a las esculturas?
Ya tienen ustedes una disyuntiva: o participación democrática real en la política real; o goles.
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